top of page

Vivir de ingresos pasivos a los 45 años

Actualizado: 8 mar

Hoy hablaré de un tema que me apasiona, y no es porque me encante hablar de él, más bien me apasiona aplicarlo a mi día a día: los ingresos pasivos. Hace un año que me puse como objetivo: Vivir de ingresos pasivos a los 45 años, tengo 41. Así que tengo 4 años para conseguirlo. Cuando comento esta idea a la gente, normalmente me ponen cara de susto, como si pensaran: "Pobre ilusa, todos queremos lo mismo y aquí seguimos, trabajando". Sin embargo, yo estoy convencida de que lo voy a lograr.


¿Qué son los ingresos pasivos?

Antes que nada, y aunque estoy segura que tú no lo necesitas, es importante tener claro a qué me refiero cuando hablo de ingreso pasivo. Existen dos tipos de ingresos: los ingresos activos y los pasivos. El activo es intercambiar tu tiempo por dinero, por ejemplo: tener un sueldo. El ingreso pasivo es todo aquello que te proporciona dinero, sin invertir tu tiempo o invirtiendo muy poquito tiempo. Por ejemplo, alquilar tu coche cuando no lo uses o lo más tradicional invertir tu dinero en algún fondo que te asegure cierta rentabilidad. Así que el ingreso pasivo te permite ganar dinero, mientras estás de viaje, en el spa o en la playa.




Ahora que hemos aclarado este punto, te cuento como empezó todo...


¿Cómo generé mis primeros 600€ en ingresos pasivos?


Te quiero contar cómo fue que aparecieron los ingresos pasivos en mi vida. He de confesar que fueron fruto de la desesperación. Imaginemos, año 2020, plena crisis del Covid. Después de 6 meses de pérdidas continuas en la empresa que tenía por aquel entonces, una academia de idiomas, mi socia y yo decidimos cerrarla definitivamente. Sin embargo, el local donde ejercíamos la actividad lo teníamos arrendado con opción a compra y acabábamos de hacer una reforma integral hacía menos de 2 años, además habíamos pagado un adelanto para ejecutar la compra en 4. Mi lógica me decía: ¡Corre, correeee! , renuncia a la opción de compra, acepta que tomaste una mala decisión, pero por lo menos ya no perderás más dinero. Pero mi instinto me decía: Consérvalo, resiste el chaparrón que seguro hay alguna manera de conseguir financiación y generar ingresos para pagar el alquiler del local, luego ya verás cómo lo compras.


¡Bendita conciencia, sexto sentido, instinto o como ustedes le quieran llamar! Porque resistí el chaparrón, renegocié las condiciones del contrato y lo reconvertí en Coworking. Así el ingreso por el alquiler de mis coworkers paga el local y yo gestiono los servicios. Abrí las puertas del coworking en enero de 2021. Dos años más tarde, compré el local y hoy en día la hipoteca se paga sola. Mi plan es que en unos añitos (para mi cumple 45) , una vez se haya amortizado todo el préstamo tenga un ingreso pasivo. Primera fuente de ingreso pasivo check. Así fue como conseguí mis primeros 600€ en ingresos pasivos. La satisfacción. que me han dado es mucha, y eso que todavía no veo el efectivo en mi cuenta. Pero solo el hecho de pensar que estoy ahorrando para mi vejez y que en muy poco tiempo tendré ingresos mensuales sin hacer nada, ya es suficiente para engancharse. Así que vamos por mi segunda fuente de ingresos pasivos.


Coworking The Workshop
Foto de coworking The Workshop

No se dice: no se puede. Se dice: cómo le voy a hacer


Mismo año 2020, recibimos notificación de nuestros abogados diciendo que habíamos perdido el juicio, otro día se los contaré con lujo de detalle. Hago un resumen rápido, habíamos tenido un problema al comprar nuestra casa en 2015 y habíamos demandado al vendedor. 5 años más tarde, tras haber ganado el primer juicio, la otra parte apela, perdemos y nos encontramos con una deuda de nada más que 20.000€ en costas. Así que negocio cerrado, crisis de Covid y una factura de 20000€ a pagar ya. Todo al mismo tiempo.


Y aquí es cuando nuestra creatividad aflora... eso y la solidaridad de amigos y familiares que nos han ayudado en esta situación tan difícil. ¿De dónde vamos a sacar 20.000€? Yo no suelo tener ese dinero debajo del colchón y menos en la época en la que nos encontrábamos con todo pasando al mismo tiempo. ¿$%%&ta...qué vendo? ¿Mi bicicleta, mi coche? No tenía nada que pudiera vender... ¿o sí? ¿mi casa?


No podía ni quería vender mi casa, pero sí podía alquilarla durante el verano y pagar gran parte de la deuda. Gracias a que mi casa era muy atractiva en la época de pandemia por su jardín, en una semana desde que pusimos el anuncio en airbnb ya teníamos reservas para todo el verano.


Manos a la obra, vaciamos la casa de todos los objetos personales, reparamos desperfectos y nos vamos a vivir un mes a casa de un familiar y otro mes a un pueblo muy pequeño en las montañas de León: Caboalles de Abajo. No fue fácil hacerlo, pero no teníamos más remedio. Así que una vez más generamos casi 10.000€ en dos meses, si bien es verdad no nos alcanzó para pagar la totalidad de la deuda, sí nos permitió pagar gran parte de ella y ganar tiempo para ver cómo pagábamos el resto.


El haber vivido estas dos experiencias en tan poco tiempo y ser capaz de resolverlas con una idea creativa, no solo nos ayudó económicamente, sino que cambió para siempre mi perspectiva sobre el dinero, sobre mí misma y sobre mi capacidad para salir a flote en la peor de las situaciones. Ahora sé que soy capaz de salir adelante y que siempre hay una solución para todo. Por eso digo: No se dice: no se puede. Se dice: cómo le voy a hacer.


La experiencia de alquilar nuestra casa salió tan bien, que repetimos. Actualmente, yo y mi marido estamos construyendo una mini casa que con suerte en unos meses se convertirá en ingresos pasivos recurrentes.


Ahora sabes porqué me apasionan tanto los ingresos pasivos, no solo me sacaron de dos problemas muy gordos. Sino que además me cambiaron para siempre. Ahora sé que hay infinitas formas de generar dinero "extra" si lo necesitas.


Trabajar de 9.00 a 19.00 sin ilusión debería ser ilegal


Además estas dos situaciones me ayudaron a conocerme mejor a mí misma, sé que la moto que me vendieron desde chiquita, esa que dice que para tener cierta estabilidad financiera hay que sufrir, es mentira. Requiere esfuerzo y creatividad, sí. Pero no estoy dispuesta a sufrir para conseguirla porque sin duda lo que ocurrirá en el camino es que me pierda a mí misma. Y no estoy dispuesta.


Desde muy joven no soportaba la idea de intercambiar tiempo por dinero. El tener que estar de 9.00 a 19.00 en un trabajo que ni fu ni fa, no tenía sentido para mí. Quizá por eso fundé mi primera empresa porque por lo menos tenía una cosa asegurada, yo sería la dueña de mi tiempo. Me aseguraba de tener una vida con propósito.


El tiempo es lo más preciado que tenemos y cambiarlo por unos euros para poder subsistir para mí hace aguas por todos los lados. ¿Para qué estoy aquí? ¿Cuál es mi ikigai? ¿Qué sentido tiene mi vida? esto tendría que ocupar la mayor parte de nuestro tiempo. Yo he venido a este mundo para concentrar mis energía en ser la mejor versión de mí misma no para vender mi tiempo a alguien a cambio de unas monedas. Me niego a seguir alimentando al sistema. Por eso sé que a partir de mis 45 años (como mucho) viviré de ingresos pasivos, si quiero. Añado el si quiero, porque me gusta trabajar, disfruto ayudando a los demás, pero no quiero que me impongan un trabajo con un horario cerrado. Vivir de ingresos pasivos a los 45 años es posible, ¿no crees?


Si quieres saber si lo consigo, date de alta en mi newsletter desde la home de esta web o si lo prefieres sígueme en Instagram y Pinterest @LalaPlanStudio










31 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page